La energía renovable ha logrado un significativo avance en la matriz energética de Chile, y el hidrógeno verde se perfila como el próximo gran paso para la descarbonización y el desarrollo sostenible del país. A pesar de los desafíos regulatorios y técnicos, Chile cuenta con un gran número de iniciativas para producir hidrógeno verde, que podrían revitalizar economías locales afectadas por el cierre de centrales a carbón y la disminución de actividades de extracción.
H2News conversó con Juan Guillermo Walker, Fundador y CEO de FreePower Group sobre los mercados internacionales, especialmente en Europa y Asia, que presentan prometedoras oportunidades para el hidrógeno verde chileno. Con el apoyo adecuado en infraestructura y regulaciones, este nuevo vector energético podría beneficiar diversos sectores, desde la construcción hasta la minería, generando empleos y dinamismo económico.
Las energías renovables se han consolidado en la matriz energética de Chile, pero no sin problemas. ¿Cuál es su percepción sobre el avance de las renovables y los inconvenientes que enfrentan actualmente?
Chile es un país líder en la incorporación de energías renovables. En algunas ocasiones las ERNC han logrado generar más del 65% de la demanda energética diaria. Hoy la penetración de éstas en Chile es de las más altas del mundo, llegando a casi un 40% de la matriz en capacidad instalada y a un promedio de generación del 27% anual. Sin embargo, los desafíos que enfrenta el sector para seguir creciendo son similares a la de otros países.
Los principales desafíos a nivel mundial presentan elementos en común. Entre ellos se destaca la variabilidad de producción con una caída importante en las noches, tanto en energía eólica como solar. Además, la ausencia de potencia firme, que no permite controlar cuándo producir; la baja densidad de potencia para uso del espacio; y la “Curva de Pato”, que resulta en altos CMg en las noches y vertimiento o CMg 0 durante el día.
Por otro lado, las ERNC en Chile enfrentan dificultades adicionales, como importantes retrasos en proyectos de transmisión debido a exigencias sobredimensionadas en evaluación ambiental. Además, se han realizado modificaciones de estándares ambientales, a través de guías o circulares, donde algunas ni siquiera se someten a consulta ciudadana; algo impensable para un titular.
También, existe un retraso en la regulación del mercado eléctrico que permita fomentar un mayor uso de energías renovables: smart grids, educación de la demanda, medidores inteligentes, net billing y muchas otras iniciativas que promueven un mejor uso de la energía, revisar el modelo marginalista de costos, superar el criterio N-1 en transmisión, entre otros.
Otro importante desafío es mantener el criterio agnóstico en todos los servicios eléctricos (servicios complementarios), junto con publicar el reglamento de operación de sistemas de almacenamiento, que permitirá aliviar parcialmente las dificultades que hoy tiene el sector.
¿Cómo describiría la inversión en energías renovables en Chile en la actualidad?
La inversión en ERNC lamentablemente ha ido a la baja y no sólo eso, sino que se ha ido concentrando la industria. Si bien se han inaugurado proyectos más grandes ha disminuido la cantidad de proyectos eólicos y solares en el SEIA.
Financiar un proyecto de energías renovables no convencionales se ha vuelto más complejo; hoy estamos mutando a otras fuentes de origen, como el auto abastecimiento, PPA’s bilaterales y contratos con agregadores de demanda que permiten vender energía al mercado libre. Por ejemplo, esto se puede evidenciar con el bajo interés que han tenido las licitaciones de bloques de energía a las distribuidoras. Estamos en tiempos de transformación y el resultado pareciera ser que tendremos una mayor concentración de la industria.
Considerando su experiencia en la industria, ¿cómo describiría la evolución del interés y la inversión en hidrógeno verde en Chile?
Me parece interesante que exista un gran número de iniciativas, tanto en el norte, centro sur como en el extremo sur para producir H2V y derivados.
Habiendo vivido la irrupción de las ERNC en Chile desde el año 2008 -donde nadie creía en ellas- veo un panorama similar en relación con el H2V. No obstante, para lograr que nuestro país sea líder de este vector energético tenemos al frente grandes desafíos: estándares ambientales muy exigentes; grupos de interés y ONG’s con fuerte oposición a la industria; comunidades y localidades esperanzadas en tener una nueva actividad productiva que pueda revitalizar sus bajos niveles de actividad. En el norte este fenómeno se ha dado por el cierre de centrales a carbón, lo que ha generado una baja importante en los niveles de empleo; en Magallanes existen una serie de “pueblos fantasma” por la mínima actividad de extracción de petróleo y gas. Si se lograra ejecutar al menos un 30% de los proyectos presentados, esto contribuiría de forma positiva a nivel local, en todos los niveles de actividad, generando empleos en estas zonas y en el país en general.
¿Qué sectores de la economía chilena considera que se beneficiarán más rápidamente de la adopción del hidrógeno verde?
Los beneficios de la adopción del hidrógeno verde en los sectores de la economía chilena dependerán de las etapas en las que nos encontremos. En el sector construcción se verán beneficiadas las empresas de ingeniería y construcción, las cuales tendrán una demanda explosiva por servicios, tanto previo como durante las fases de ingeniería y construcción.
Además, habrá una alta demanda de materiales, equipamiento y servicios generales, junto con un mayor dinamismo en puertos, tanto de entrada como de salida. En paralelo, habrá una necesidad de profesionales, tanto de calificación profesional como técnica, lo que impactará en las universidades y CFT. Sin duda, todos los servicios de la industria tendrán también un importante crecimiento, desde servicios de alimentación a servicios de mantenimiento especializado, etc.
Por otro lado, el impacto “aguas abajo” en la cadena de valor del H2V, plantea numerosas preguntas y desafíos. Por ejemplo, la necesidad de transformar centrales térmicas a carbón hacia amoníaco; operar buques de alto tonelaje con amoníaco o metanol; utilizar eFuels en aviones u otros sistemas de transporte; transformar la industria del acero para sustituir carbón por H2V; sustituir importaciones de Nitrato de Amonio por fuentes locales. Sumado a revolucionar el transporte terrestre: trenes, camiones de alto tonelaje, vehículos de pasajeros, etc, por H2V, introducir H2V en la minería y mucho más.
¿Qué oportunidades emergentes ve para el hidrógeno verde en los mercados internacionales, especialmente en relación con sus aplicaciones industriales?
Esta respuesta dependerá del elemento que se utilice. Para el H2V, en Europa parece estar el mercado más interesante: las aplicaciones cubren muchas industrias, en especial la industria química como también la energética.
En el caso de Asia, el interés está especialmente en el NH3: generación eléctrica es el sector que podría llegar a triplicar el tamaño de la industria del NH3, creciendo de 200mta, a más de 600mta. Esto comprende la sustitución de carbón en centrales térmicas, como también la generación eléctrica de ciclos abiertos o combinados que habitualmente operan con gas.
En Asia Pacífico el foco corresponde al NH3 como combustible marítimo. Junto con el Metano y el Metanol, se están transformando y fabricando nuevas naves de gran tamaño para sustituir el petróleo.
¿Qué factores considera críticos para que Chile sea competitivo en el mercado global de hidrógeno?
Para que Chile sea competitivo en el mercado global del hidrógeno, el timing es clave. Es fundamental simplificar regulaciones y permisos, así como acelerar la tramitación de concesiones marítimas y de transporte de agua.
Además, es necesario fomentar el uso de infraestructura compartida e incentivar loa fabricación local de algunos componentes clave, como las torres de hormigón en el caso de las turbinas (al importarlas se recupera el IVA; es justo tener el mismo beneficio al ser de fabricación local).
¿Quiénes son los principales compradores potenciales del hidrógeno chileno y qué importancia tienen para el posicionamiento global de Chile en este sector?
En Japón, Corea del Sur y Taiwán, JERA es el potencial comprador más importante. Podría llevarse gran parte de la producción de amoníaco verde transportado por el pacífico. A esa compañía debemos sumar todos los traders de amoníaco como Mitsui, Itoshu, Sumitomo, Mitsubishi, etc. En Chile la compañía eléctrica Guacolda es la única que actualmente se encuentra evaluando este tipo de transformación desde carbón a amoníaco.
En Asia Pacífico, en especial Singapur, donde muchas empresas navieras llevan su bandera, será el país que presente el mayor potencial en esta industria, dado que los buques tipo Panamax y otros similares requerirán grandes cantidades de NH3 como combustible, como también para trading y distribución de este elemento.
En Europa, Amberes, Rotterdam y Hamburgo serán los puertos principales de recepción de NH3 para su transformación a H2 a través del proceso de cracking. Sin embargo, aún está por verse si resulta factible económicamente transportar H2, ya que sigue siendo un tema complejo y llevarlo como NH3 no parece ser la forma más efectiva. De hecho, actualmente se ha avanzado mucho en compuestos orgánicos que permiten transportar el H2 en forma más estable y económicamente viable; se conoce como LOHC. Aún presenta desafíos técnicos importantes a la hora de recuperar el H2 del proceso, a través de la aplicación de calor. La eficiencia de este proceso es similar a mover H2 con Amoníaco y sus costos aún siguen altos.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta Chile para desarrollar la infraestructura necesaria para la producción y distribución de hidrógeno?
Este es un gran tema y me ha tocado participar de varias instancias relacionadas.
Creo que se han dado pasos importantes a través de la formación de JDA’s (acuerdos conjuntos de desarrollo) para compartir infraestructura, pero creo que hace falta un rol aún más activo de parte de ENAP, sobre todo en cuanto a cómo plantear la estructura de las cadenas de valor en esta industria.
Estamos logrando utilizar puertos compartidos para importación y exportación, pero no está del todo claro respecto de las plantas de síntesis de Amoníaco. Si de mi dependiera, propondría hacer 1 o 2 grandes complejos industriales de NH3, cerca del borde costero y promover una red de gasoductos de H2, en vez de transportar amoníaco, dadas sus características e impactos. Mover H2 me parece más seguro y podría permitir almacenar grandes cantidades en esta red, pudiendo alimentar casi en forma continua las plantas de síntesis de amoníaco. Pero ya parece que es tarde para esto. Al menos nosotros en nuestros proyectos sí lo haremos y si algún otro desarrollador se quisiera sumar, para nosotros sería ideal. Mientras más empresas puedan inyectar H2 a esos gasoductos, mejor.
Respecto de la generación de H2V, la mejor solución para nosotros es que cada planta esté al centro de los parques eólicos o muy cerca de los paneles solares, evitando al máximo transportar electrones priorizando el movimiento de moléculas.
En Magallanes esto es clave, dado que ya existe una cultura de gasoductos por sobre líneas de transmisión, las que no podremos evitar, pero sí minimizar.
En 2023 Freepower firmó un acuerdo significativo con Enap y otras compañías. ¿Cómo contribuirá este acuerdo al desarrollo de la infraestructura necesaria para el hidrógeno verde en la región de Magallanes?
El JDA ha sido importante según lo explicado más arriba, permitirá evitar que se hagan 6 puertos para 6 empresas, llegando quizá sólo a 3, es decir, al menos seremos 3 o 4 empresas las que seguiremos a la siguiente etapa. Los otros 2/3 restantes ya contaban con sus propios desarrollos y está por verse si continúan.
¿Cómo se alinea la estrategia de FreePower Group con los objetivos de desarrollo sostenible y la descarbonización en Chile?
En FreePower Group no sólo nos hemos focalizado en desarrollar parques solares y eólicos, sino que también estamos muy activos en una serie de proyectos de almacenamiento stand-alone e integrado en las iniciativas actuales. Además estamos trabajando proyectos de autoconsumo, donde combinamos una o dos fuentes renovables y sistemas de almacenamiento en modalidad “detrás del medidor”.
En cuanto a las desaladoras, también contamos con vasta experiencia gracias a los proyectos de hidrógeno y producto de eso, ya estamos analizando 2 o 3 iniciativas en las costas chilenas. Por supuesto, estas plantas serán abastecidas con energía 100% renovable.
Por último, nos encontramos co-desarrollando dos proyectos en Magallanes, Frontera, que se encuentra en Tierra del Fuego y Cabeza del Mar, que está en el continente y otro en la Región de Tarapacá, junto a GH Energy, nos encontramos desarrollando un proyecto de H2V Solar de 1 GW de potencia, que buscará utilizar parte de la infraestructura existente en la zona donde estamos localizados. La idea es consolidar un proyecto de H2V y Amoníaco.
¿Cuál es su visión a largo plazo para el hidrógeno verde en Chile y cómo planea FreePower contribuir a ese futuro?
Pensamos que el H2V y sus derivados lograrán consolidarse en Chile gracias a los abundantes recursos de energía renovable que poseemos en el norte y en la Patagonia.
Una tarea pendiente es desarrollar más aplicaciones locales para utilizar parte de esta producción: electromovilidad a pequeña o gran escala; industria minera, generación eléctrica, industria química, combustibles sintéticos y muchas otras aplicaciones interesantes para desarrollar.
FreePower intentará focalizarse en aquéllas aplicaciones relacionadas con la generación eléctrica sostenible como también, desarrollar plantas y sistemas modulares de electrólisis que permitan contar con H2V local para diversas aplicaciones; es algo que hemos estado analizando y que se hace más abordable que traer H2 en camiones o sistemas de distribución demasiado costosos.
En FreePower nos gusta innovar y en una etapa posterior nos gustaría involucrarnos en aplicaciones y no sólo en el desarrollo y producción de estos vectores.